PAISAJE Y PAISAJISMO (PARTE 2)

En algunos casos se puede definir el paisajismo según el tipo de área a trabajar. El paisajismo urbano se dedica a diseñar y gestionar los espacios públicos como parques, avenidas y plazas en áreas urbanas. Estos oasis, frecuentemente intervenidos con plantas y piezas artísticas, mejoran la calidad de vida y la sostenibilidad de nuestras ciudades. En el paisajismo rural, se trata de gestionar y conservar los paisajes con un enfoque en la agricultura, los bosques y las áreas naturales protegidas. El objetivo es mantener el equilibrio entre la actividad humana y la conservación del entorno natural.

 

El paisajismo también puede categorizarse por su beneficio, como en el paisajismo terapéutico, que se centra en diseñar espacios que promuevan la salud y el bienestar: jardines en hospitales, centros de rehabilitación y hogares para ancianos. También se habla de paisajismo cultural, con un enfoque en resaltar las tradiciones de la población dentro de esa porción de territorio. Asimismo, el paisajismo histórico se encarga de preservar y restaurar jardines y paisajes históricos como un castillo medieval, un parque de una villa renacentista o un huerto limeño. Es un viaje en el tiempo donde cada planta, escultura o sendero cuenta la historia del lugar. ¿Qué otros paisajismos crees que existen o pudieran existir?

 

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Diseñar y construir paisajes implica entrar en un sentimiento temporal que difiere mucho de nuestros quehaceres diarios. Como dice Byung-Chul Han en su libro “Loa a la Tierra”: “El jardín tiene su propio tiempo, sobre el que yo no puedo disponer”. Ver un árbol crecer, esperar que la planta florezca o nos provea de un fruto, disfrutar de los cambios estacionales de las hojas, entre otros, requieren de nuestra paciencia y observación. Por eso dicen que si quieres detener el tiempo, ponte a trabajar en tu jardín.

 

Utilizar el paisaje para diseñar nuestro entorno significa más que añadir estética. Se trata de integrar la naturaleza en nuestra vida cotidiana de manera armónica y sostenible. Ya sea que vivas en la ciudad o en el campo, el paisaje tiene el poder de transformar espacios, elevar el espíritu y conectar a las personas con los elementos que las rodean.

 

¡Nos encantaría conocer cómo trabajas el paisaje para lograr todos estos beneficios!

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